Pudo el
silencio transformarme en hormiga
pero
necesitaba ser mariposa viajera,
abrir las
alas volar renuevos
cruzar el
mar hacia el abismo.
Y no
temerle a la muerte.
A
desvencijar las clavijas
a estrellarme contra el monte indiferente.
A calcular
en milímetros,
los pasos
de un caracol cibernauta
y comprender que perentoriamente..
La luna y
su cometa serán mi única compañía.
Como toda
costumbre animal
me
acostumbre a observar tu sonrisa.
A esperar
el abrazo nocturno,
a comprender que hay silencios que pesan
y palabras
que hieren en su tácito encuentro.
Hay
palabras que desmigajan,
que
torturan, que remachan.
Qué
tintinean, qué martillan.
Hay
palabras que debieran excluirse
que la boca
no pudiera pronunciarlas,
que
pudieran transformase en alondras
Sin
comprender el sonido de sus armas.
Hay
palabras que son filo, de una inusual navaja
hay
palabras sin sonido que quedan desmigajando el alma.
Be Bj