POR CULPA DE UNA SILLA FLORENTINA
Lo he visto en estos días distanciarse
Con esa, vieja silla
florentina
Que ya cumplió unos 100 años
Y aún así, tiene, larga vida.
Por culpa de aquella desdichada
Perdí los besos que me seducían
Y ya no habrá aleteo de palomas
Ni vuelo sideral, entre comillas.
La luna que esa noche era brillante
Sedujo su mirada entristecida
Y luego como si saliera un rayo
Su boca musitó una despedida.