Dos historias se entretejen
como cándida flama,
que nace de las tormentas
en una noche cerrada.
Qué importa tu cabello
oscuro o rubio de alba,
tapizado de una nube
como plata o esmeralda.
Prefiero en todo caso
beber de tus labios el agua,
esa que sacia la sed recurrente
como rosa silvestre de montaña.
y así crecer a la vera,
quizás en distante camino
pero siempre con un destino
que sigue desde lejos tu huella.
No importa que ya no quieras
que sea tu alondra viajera,
o te vistas de golondrina
para anidar en otro nido.
Porque el tiempo venidero
escribirá en mi corazón
tu nombre de poeta tierno
amén de todos los vientos.
2003
No hay comentarios:
Publicar un comentario