No voy a rendirme, bien lo sabes.
Aún cuando aullen todos los peces
y canten los lirios destemplados
me envuelva el manto de las mieses.
Aún cuando el sol cante truinfante
y el viento deslice todas sus lágrimas,
las nubes florezcan en estampida
aún así no me rendiré a tus páginas.
Hay sólo un rumor de cabelleras.
Una calavera, que me observa pálida,
pero el aletear de las mariposas es más fuerte
y pronto guardaré bajo llave mis alas.
No voy a rendirme, bien lo sabes
aunque el silencio sea estridente,
y desde el rìo fluya mi sangre
con sus notas suaves de disidente.
Be bj
2003
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