Desde ayer no te busco
en los campos de trigo verde.
Te busco en la rubia
cabellera de la espiga
madura como vellón de oro.
Allí te busco
y cuento los granos
preguntándome:
¿Me quiere, no me quiere?.
Juego lúdico no de palabras
si no de doradas luces
que transitan el alma
con senderos fabricados
por la miel de la esperanza
y el derrotero de un sueño
inconcluso que se vuelve de agua.
16/01/2006
IMAGEN:G. PICART
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