Ya no me debes nada
ni nada te debo.
sembrados están mis surcos
con
tus bellas flores,
en verano vendrán
sus primores
y nacerán los
pequeñuelos.
Para entonces me hallarás
en silencio
ámandote sin decir
nada sin rosas,
sin castillos, sin playa
sola como sombra
ataviada
en el resquicio breve
de un instante en tu espalda
. Qué el amor te
bendiga
una y mil veces
y no lloren tus ojos
como han llorado los
míos
que es casi seguro
el dolor de perderse
en caminos distintos,
que al fin son caminos.
Y en la luz de su luna,
y en el manto de
estrellas,
y en el vuelo ingrávido
de una blanca paloma
quedará mi
recuerdo
asechando tu boca
porque en tus surcos
sin quererlo
he
sembrado
mis mejores aromas.
BE BJ
2006
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