Hay flores que seducen por su aroma
y otras con tan solo un movimiento
más son como aves frágiles de espuma
que danzan al compás sutil del viento.
Son naves pasajeras de horizonte
cual trinos esporádicos, viajeros
en donde despistado un cenzontle
detiene su audaz regreso al fuego.
No sabe que una tímida azucena
se esconde de aquella muchedumbre,
prefiere desde lejos observar el cielo
en tanto el cenzontle, vuela al norte.
Seguir como una sombra citadina,
como una nube cual si fuera reina
que esboza la ternura sin afrenta
sin dolo, sin dejar ninguna huella.
Y sigue entre los árboles difusa
como hace el rocío sobre la hierba
que con dulzura por amor se dona
sin esperar ninguna recompensa.
Be Bj
2010
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