¡Qué viene la reina,
qué viene la reina!
exclama la hormiga
y todas muy juntas
al coro contestan:
"Dios salve a la reina!.
Más, una chiquita
que mira de lejos
silente lloraba
suspira en silencio
porque ya no puede
salir de madrugada.
Le gusta ser libre
cantar junto al viento
rozar con su flama
la dulce corola
de un lirio de invierno
de suave fragancia.
Escribe sus versos
con ágil suspiro
que un ángel le guarda
con el siempre juega
siempre a las carreras
a soñar sus alas.
Más en una noche
de crudo otoño
cuando ella llegaba
a la cita de siempre,
a la misma hora
la hora acordada.
No encontró a su ángel
solo breve nota
en hoja de parra
decía tan solo
me marcho esta noche
y te doy las gracias.
y ella en silencio
volvió a su colonia
toda cabizbaja
solo hubo tiempo
para en silencio
botar una lágrima.
¡Qué viva la reina
qué viva la reina!
dicen sus hermanas
más nadie observa
a la triste hormiga
que a solas lloraba.
qué viene la reina!
exclama la hormiga
y todas muy juntas
al coro contestan:
"Dios salve a la reina!.
Más, una chiquita
que mira de lejos
silente lloraba
suspira en silencio
porque ya no puede
salir de madrugada.
Le gusta ser libre
cantar junto al viento
rozar con su flama
la dulce corola
de un lirio de invierno
de suave fragancia.
Escribe sus versos
con ágil suspiro
que un ángel le guarda
con el siempre juega
siempre a las carreras
a soñar sus alas.
Más en una noche
de crudo otoño
cuando ella llegaba
a la cita de siempre,
a la misma hora
la hora acordada.
No encontró a su ángel
solo breve nota
en hoja de parra
decía tan solo
me marcho esta noche
y te doy las gracias.
y ella en silencio
volvió a su colonia
toda cabizbaja
solo hubo tiempo
para en silencio
botar una lágrima.
¡Qué viva la reina
qué viva la reina!
dicen sus hermanas
más nadie observa
a la triste hormiga
que a solas lloraba.
6/2006