Ven al borde de la noche
que te espero en la frontera,
pondré rosas al camino
y en tus manos primaveras.
Sellaré contigo un pacto
dulce fuente de quimeras,
sonarán ya los clarines
anunciando que ya llegas.
Ven con tus manos al viento,
ven y abraza mi contorno
no hace falta que amanezca
que te espero como siempre
sobre el río y su hijuela,
sobre el monte con su verde,
sobre el mar la luna llena
y sabrá como te quiero
en abriles y en eneros
en diciembres y en octubres,
porque eres tu el dueño
de ese verso que no espera.
be bj
2004
Imagen: autor ami-sol
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