Nada me es ajeno.
El color del universo
y un viejo deseo de volar
se apreten en mi garganta
como una muda ráfaga pasajera.
Una lágrima pequeña y tímida
escurre de mi universo imaginario
para ir a jugar una ronda
de bellos y luminosos corceles
donde ella se transforma
crece y se derrama
en sus ojillos color miel
desatando un huracán
de alegres risas.
El color del universo
y un viejo deseo de volar
se apreten en mi garganta
como una muda ráfaga pasajera.
Una lágrima pequeña y tímida
escurre de mi universo imaginario
para ir a jugar una ronda
de bellos y luminosos corceles
donde ella se transforma
crece y se derrama
en sus ojillos color miel
desatando un huracán
de alegres risas.
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