Hoy desperté rodeada del profundo silencio
y con tus labios en la punta de mis manos
ese contorno que pude disfrutar en secreto
como fantasma en noches de ensueño.
No lo he olvidado al paso de los tiempos
y sigue ardiendo como huella de fuego,
siempre recuerdo lo suave que al tacto
fue tu comisura dulce en aquellos tiempos.
Y aún la llevo inscrita dentro de mi alma
Como si fuese hoy que la sigo viviendo.
Como una espina clavada dentro, tan dentro
Que a carne viva, a suspiro, a aliento
Sigues latiendo en la yema de mis dedos
cuando dibujo tus labios con ternura
con los ojos cerrados, siguiendo su huella
y te pinto en lo recóndito de mis pensamientos.
2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario